El 24 de noviembre del año pasado, en la Latin Mass Society de Londres el reconocido historiador Henry Sire dio una importante conferencia a la que tituló «Papa Francisco: ¿cuánto más bajo podemos caer?», durante la cual refirió a la preparación de su libro El Papa dictador. Reproduzco los párrafos dedicados al vaciamiento financiero de la Universidad Católica Argentina:
“Así que, basándome en informes como estos, procedí a escribir mi libro, e incluí en él un capítulo sobre la carrera de Bergoglio antes de su elección. En él, mi propósito era proporcionar algo así como un estudio del carácter que lamentablemente les había faltado a los cardenales cuando lo eligieron papa en 2013. Sin embargo, desde su publicación he descubierto una gran cantidad de nueva información que demuestra que, de hecho, las cosas eran mucho, mucho peores de lo que imaginaba.
La primera revelación ha sido sobre la mala praxis financiera implicada en el gobierno de Bergoglio de la archidiócesis de Buenos Aires. He mencionado antes el artículo de Francisco de la Cigoña sobre la red de poder que el cardenal Bergoglio construyó en el Vaticano, pero hay que añadir que esa red fue posible gracias al despliegue de grandes sumas de dinero. El trasfondo de todo ello fue la casi bancarrota en la que había incurrido la Santa Sede en los años ochenta y noventa por las actividades delictivas de sus gestores financieros, el arzobispo Paul Marcinkus y su menos conocido, pero igualmente corrupto sucesor Donato de Bonis. En estas condiciones, la capacidad de transferir grandes sumas a las arcas vaticanas daría a un eclesiástico una enorme influencia. El cardenal Bergoglio lo hizo a través de su control de la Universidad Católica de Argentina, que contaba con una rica dotación de 200 millones de dólares. Concretamente, entre 2005 y 2011 se transfirieron unos 40 millones de dólares de la Universidad de Argentina al Vaticano, en una transacción que se suponía que era un depósito, pero que el Banco Vaticano procedió rápidamente a tratar como una donación. Hasta hace uno o dos años no se ha empezado a rectificar esta apropiación indebida.
https://onepeterfive.com/francis-lower-sink/
(El único blog argentino que publicó la traducción completa es Wanderer)
Notas catapúlticas
1)Un dato que conviene conocer es que en 2004 el entonces rector Zecca -de infausta y condenable memoria- le pidió consejo al Decano de la Facultad de Economía, Ludovico Videla, sobre el rendimiento financiero de los activos de la UCA y éste le respondió que debían seguirse las pautas de los estatutos de las principales universidades extranjeras que estaban jurídicamente enmarcadas como Fundaciones: limitarse a un 5% anual. No pasó mucho tiempo y Zecca citó nuevamente al Decano Videla -hombre íntegro y cabal como el que más- para solicitarle la renuncia a pedido de Bergoglio, entonces arzobispo y Gran Canciller de la Universidad, porque consideraba que ese porcentaje era muy pobre, según sus asesores económicos. El Dr. Videla, ya decidido a renunciar cuanto antes a su cargo, le advirtió a Zecca que sobrepasar ese límite era un despropósito y un peligro. Pero el servil rector acató a su “padrino”, sin importarle el riesgo que correría la Universidad. Y nadie sabe hasta hoy que pasó con esa “apropiación indebida”.
2) Un antecedente sobre las maniobras financieras de Bergoglio: en 1997, su protegido, monseñor Toledo, homosexual público y notorio, tuvo parte principal en la escandalosa estafa a la Sociedad Militar Seguro de Vida (SMSV). (ver detalles de su escabrosa y delictiva conducta en https://www.infobae.com/sociedad/2017/01/29/una-muerte-dudosa-una-herencia-millonaria-y-un-cura-bajo-sospecha/)