El tema estrella de hoy es la operación Parolin, al más puro estilo italiano mafiosillo, no solo se centra en la exaltación del candidato, sino en la eliminación de sus posibles adversarios. Sus promotores saben que tienen una mercancía defectuosa, tontos no son, y hay venderlo como un mal menor. Saben que para votar a Parolin hay que hacer la vista muy gorda ante cuestiones importantes que hoy intentamos tratar. Pesa mucho el hecho de no tener experiencia pastoral y su muy fallida gestión de la Secretaría de Estado sobradamente conocida en la sacros palacios.