Estos son los objetivos propuestos en la 55ª de la OEA en Antigua y Barbuda:
-filtrar la ideología LGBT radical en la resolución final de la OEA —escondiéndola bajo el lenguaje de la “salud mental” en los párrafos 4 y 21, para que nadie lo note hasta que sea demasiado tarde.
-Declarar el aborto como un “derecho humano”, destruyendo toda protección para los no nacidos.
-Meter la ideología de género en la política regional, normalizando bloqueadores hormonales, cirugías de cambio de sexo en menores y adoctrinamiento en las aulas.
Asegurar una mayoría radical en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos introduciendo discretamente a María Clara Galvis Patiño—una ideóloga declarada del aborto y la ideología de género—como una de las tres nuevas comisionadas.