Dijo Bergoglio en Singapur esta animalada:
“Todas las religiones son un camino para llegar a Dios (…) Y como Dios es Dios para todos, todos somos hijos de Dios”.
Muchos enojaron y razón no les falta. En mi caso nada de Bergoglio me sorprende, toda vez que lo tengo por un insensato monumental, que padece de venenosa y desenfrenada logorrea.
En su momento, Alguien le pedirá cuentas. ¡Que sea pronto!