LA SECTA SINODAL PERDIÓ LA CHAVETA (¿serán pecados mortales o veniales?)

Copio nota de ACI Prensa del 16 de septiembre:

“Una de las novedades más significativas de la sesión de este año es la celebración de una vigilia penitencial que presidirá el Papa Francisco el día 1 de octubre a las 18.00 (hora de Roma) en la Basílica de San Pedro.

Según precisó en una rueda de prensa el Cardenal Mario Grech, secretario general de la Secretaría General del Sínodo, la Vigilia Penitencial concluirá además el retiro previo en el que participarán todos los miembros del Sínodo.

El Cardenal Grech destacó asimismo que “en la víspera de un evento eclesial tan solemne como el Sínodo”, se mencionarán algunos de los pecados “que más dolor y vergüenza provocan, invocando la misericordia de Dios”.

Entre estos pecados señalaron “el pecado de los abusos; el de la guerra; y el de la indiferencia ante el drama presente en el fenómeno cada vez mayor de todas las migraciones”.

La celebración penitencial será presidida por el Papa Francisco e incluirá tres testimonios de personas que han sido víctimas de pecados como “los abusos, el pecado de la guerra o de la indiferencia ante el drama de las migraciones”.

A continuación, quien exprese la petición de  perdón, “lo hará en nombre de todos los bautizados y, en particular, se confesará el pecado contra la paz; contra la creación, contra los pueblos indígenas y contra los migrantes”, explicó el Purpurado.

También se citará “el pecado de los abusos; el pecado contra las mujeres, la familia y los jóvenes; el pecado de la doctrina utilizada como piedra que hay que arrojar contra el otro; el pecado contra la pobreza; el pecado contra la sinodalidad y falta de escucha, comunión y participación de todos”.

Al final de esta confesión de los pecados, el Santo Padre dirigirá, en nombre de todos los fieles, “una petición de perdón a Dios y a los hermanos de toda la humanidad”.

https://www.aciprensa.com/noticias/106807/sinodo-de-la-sinodalidad-parte-2-esto-sera-lo-nuevo

Para mí está claro que la secta sinodal está copada por una mentalidad que no es católica, sino por la Fraternité  de corte masónico,  inculcada progresivamente por Bergoglio y su camarilla. A esto se debe sumar el miedo y el terror que despierta la tan mentada “misericordia” del ocupante de Santa Marta, incapaz de perdonar a cualquiera que se interponga en su camino.

No hay que olvidar se trata de un hombre resentido, frustrado por la creciente resistencia a sus despropósitos y acicateado por el costado feminoide de su oscura personalidad.