NUEVA YORK, 17 de enero (C-Fam) Un grupo de expertos de la ONU en derechos humanos ha pedido a los gobiernos que tomen medidas enérgicas contra la objeción de conciencia al aborto por parte de hospitales, médicos, enfermeras y otro personal médico.
En un informe publicado esta semana, el grupo de trabajo de la ONU sobre la discriminación contra las mujeres y las niñas afirma que los gobiernos tienen la obligación internacional de obligar a todos los hospitales, incluidos los religiosos, a practicar abortos. El informe llega incluso a calificar la objeción de conciencia institucional de “inadmisible” y de “violación de los derechos humanos”.
“Los Estados deben prevenir y reformar las leyes que extiendan excesivamente la objeción de conciencia y que permitan que creencias personales sexistas y patriarcales determinen la prestación de atención sanitaria”, explica el informe.
El grupo de trabajo, integrado por cinco activistas feministas y académicas, afirma que los derechos de conciencia no se aplican a las instituciones, sino sólo a personas reales y que incluso en esos casos deben ser “definidas de forma estricta”.
“Los Estados deben prohibir la práctica de la objeción de conciencia institucional (incluida la objeción de conciencia institucional de facto) para cumplir con sus obligaciones de garantizar la igualdad de acceso a los servicios de salud”, concluyen los expertos en su informe. Esto implica también la obligación de contar con médicos dispuestos a realizar abortos en su plantilla, según los expertos. Además, explican que, para garantizar esos requisitos de personal, los hospitales deben poder discriminar a los médicos que profesan creencias religiosas pro vida.