UN FABULADOR ELOGIA A OTRO (Los papas posconciliares también lo hicieron)

Durante en zangoloteo por Mongolia, el fabulador de Santa Marta, como siempre, no contuvo su dañina lengua:

«La Misa es acción de gracias, «Eucaristía». Celebrarla en esta tierra me ha hecho recordar la oración del padre jesuita Pierre Teilhard de Chardin, elevada a Dios hace exactamente cien años, en el desierto de Ordos, no muy lejos de aquí. Dice así: «Me prosterno, Dios mío, ante tu Presencia en el Universo, que se ha hecho ardiente, y en los rasgos de todo lo que encuentre, y de todo lo que me suceda, y de todo lo que realice en el día de hoy, te deseo y te espero». Estas fueron las palabras de Francisco durante el mensaje final al terminar la Misa del domingo en Ulán Bator.

El Pontífice argentino salió en defensa de su colega jesuita, el padre Teilhard que trabajaba en investigaciones geológicas. «Deseaba ardientemente celebrar la Santa Misa, pero no tenía consigo ni pan ni vino. Fue entonces cuando compuso su ‘Misa sobre el mundo’, dijo el Papa. expresando su ofrenda de este modo: «Recibe, Señor, esta Hostia total que la Creación, atraída por Ti, te presenta en esta nueva aurora».

Francisco dijo sobre él que «este sacerdote, a menudo incomprendido, había intuido que «la Eucaristía se celebra, en cierto sentido —en cierto sentido—, sobre el altar del mundo» y que es «el centro vital del universo, el foco desbordante de amor y de vida inagotable» (Carta enc. Laudato si’, 236), incluso en un tiempo de tensiones y de guerras como el nuestro

https://www.lefigaro.fr/international/voyage-du-pape-en-mongolie-l-hommage-vibrant-de-francois-au-jesuite-francais-teilhard-de-chardin-20230903  y https://infovaticana.com/2023/09/04/francisco-sale-en-defensa-del-controvertido-jesuita-pierre-teilhard-que-fue-censurado-por-el-vaticano/

 (En el parágrafo 83 de la fantaseosa Laudato si´se afirma: “El fin de la marcha del universo está en la plenitud de Dios, que ya ha sido alcanzada por Cristo resucitado, eje de la maduración universal” lo que despide hedor gnóstico.) En la nota respectiva 53 se dice queEn esta perspectiva se sitúa la aportación del P. Teilhard de Chardin”

(Eficacísimos antídotos contra los peligrosos desvaríos teilhardianos son las obras del Padre Meinvielle: Teilhard de Chahardin o la religión dela evolución y De la Cábala al progresismo).

Notas catapúlticas

1)En la Carta del cardenal Agostino Casaroli “en nombre del Santo Padre Juan Pablo II”,dirigida a monseñor Paul Poupard, director del Instituto Católico de  París, con motivo del centenario del nacimiento de Teilhard,se lee:

“La comunidad científica internacional y, más ampliamente, todo el mundo intelectual. se disponen a celebrar el centenario del nacimiento del padre Pierre Teilhard de Chardin. El eco impresionante de sus investigaciones, unido a la irradiación de su personalidad y a la riqueza de su pensamiento, han marcado nuestra ¿poca de modo particular.

A su fuerte intuición poética del hondo valor de la naturaleza, a su percepción aguda del dinamismo de la creación y a su visión amplia del futuro del mundo, se unía en él un fervor religioso innegable.

Asimismo su voluntad tenaz de diálogo con la ciencia de su tiempo y su intrépido optimismo ante la evolución del mundo, dieron a sus intuiciones una repercusión considerable a través del brillo de las palabras y de la magia de las imágenes”

https://www.vatican.va/roman_curia/secretariat_state/card-casaroli/1981/documents/rc_seg-st_19810512_chardin_sp.html

2) En su libro Introducción al cristianismo (1969) el entonces padre Ratzinger sostenía «Hay que reconocer como un mérito importante de Teilhard de Chardin el haber repensado estas interconexiones desde la perspectiva de la actual imagen del mundo y, a pesar de una tendencia hacia el biologismo no del todo incuestionable, el haberlas captado, en general, de forma ciertamente correcta y, en todo caso, el haberlas hecho nuevamente accesibles».

Según Ratzinger, el valor de la aportación de Teilhard consiste en la comprensión del universo orientado hacia un punto trascendente y personal donde el hombre es «como una formación que ha de estar inserta en un “Súper-yo” que no lo extingue, sino que lo contiene; solo en tal unificación puede aparecer la forma del hombre futuro, en la cual la condición humana habrá llegado plenamente a su propia meta”.

(Artículo del Padre Spadaro en https://www.laciviltacattolica.es/2022/04/08/el-sacerdote-y-la-maduracion-universal/

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