Cito de memoria: enseñaba Platón que cuando la persona está rodeada por cosas buenas y bellas, su mente se vuelve buena y bella y que cuando las cosas malas y feas lo hacían, su mente se volvía mala y fea.
Y creo que Bergoglio tiene un alma mala y fea. Mejor, malísima y feísima a propósito de lo que trama para el Jubileo 2025 por los “desviados morales” (Catecismo de la Iglesia Católica)
Según La Nuova Bussola Quotidiana:
El Jubileo LGBT es la debacle no sólo de la doctrina moral de la Iglesia, sino también de su actividad pastoral: en septiembre entrarán en San Pedro asociaciones que promueven la homosexualidad como identidad, como un hecho que no debe corregirse de ninguna manera, contra el que se está exento de luchar. Personas que han sido creadas varón o mujer por Dios, pero a las que se les dice la gran mentira de que su tendencia, que está completamente exenta de armonía con lo que expresa su cuerpo, no es desordenada. Y a quienes se les oculta que los actos que se derivan de esa tendencia son una grave ofensa contra ellos mismos y contra el Creador. En el fondo, se insinúa una blasfemia: que Dios creó a personas caracterizadas por una “egodistonía antropológica”, dándoles un cuerpo caracterizado sexualmente y luego una tendencia completamente opuesta. Con este jubileo, la falsa misericordia entrará triunfante en San Pedro, con la bendición del papa, los cardenales y los obispos: ¿será éste el nuevo “ídolo abominable […] erigido en un lugar santo” (Mt 24,15)